(En el piso, el colchón. Cuatro y media de la madrugada. El cabello enredado, el cuello y la cabeza en la almohada, la persiana baja y apenas la luz de una noche consumida. "MI amor... mi AMOR... mi amor... ". Mis ojos pesados, ya no veía, ya no estaba plenamente conciente y sin embargo, me sentía despierta en la realidad que yo quería: en la que de hecho, ya estaba. )
"No te vayas... NO te VAYAS... Te Amo..."
"Yo también te amo."
N.
1 comentario:
Yo también te amo, mi amor.
No me voy a ir nunca, en serio te lo digo, nunca estuve tan seguro de lo que quería, hasta que te conocí. Nunca me había sentido tan seguro de mí mismo, hasta que me hablaste. Nunca me había sentido tan seguro, hasta que me abrazaste y besaste. Nunca me senti tan seguro.
Pero yo te pido lo mismo, entonces, mi amor. No te vayas. Porque sino, ya nada tendría sentido, para qué vivir, para qué construir el socialismo si no es junto a vos, para qué seguir viviendo, para qué...
Te amo.
Publicar un comentario