“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

domingo, 22 de febrero de 2009

Ayer llamaste. Siempre a altas horas. Cuando se van tus amigos y se durmieron tus padres. Oportunidad perfecta.
Nadie sabe de nuestros diálogos nocturnos. Esa complicidad crepuscular llega a gustarme. Aunque me desvelo y pierdo el sentido del sueño. Hace muy poco acabo de levantarme. Qué raro ¿no? soñé con vos.
Todavía necesito tus palabras. Y sin duda tus besos.
¿qué va a surgir de esto? no lo sé. Pero será diferente a antes.
Acabo de salir de una relación, y no estoy buscando otra... recuerdo mis palabras y sus preguntas.
Pero en él, esté bien o mal, busco asilo. Busco anidar esperanzas y no arriesgarme a demasiada soledad cuando intento acercarme a ti. Adoro acercarme a tí. Me encanta buscarte. Aún cuando sea peligroso. No quiero pensar mas, quiero simplemente ser. Ser con vos.
Será que esta noche volverás a llamar?
Estaré esperando, sabes?

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