tienes el sabor de lo prohibido,
y el enigma en tus ojos,
se te escapa el alma en un suspiro
y quiero devolverte el hálito entonces...

Tienes y lo llevas contigo
ese aroma a mar y motaña,
se te van los latidos en los recuerdos
y quiero reanimarte cuando haga falta...

Pero eres peligroso,
mi amigo y mi enemigo...
si me hirieras con tu filo,
no sangraría,
sólo quedaría hecha pedazos...

No alcanza la gramática,
ni los asfaltos ortográficos,
para alcanzarte en tus partidas
para recrearte en tus noches ausentes...

Detesto tanto que me dejes sola,
pero es esa tu forma de estar presente...
Cuando una lágrima me desdibuja
el recorrido de tu boca,
y yo aún no quiero seguir,
y yo aún no quiero olvidarte...

El tiempo pasa y seguimos creciendo,
tú tienes algo en contra del tiempo...
¿cómo lo haces, cómo lo desafías?
Enrareces la atmósfera con tu pensamiento...

Llueve y es de noche,
y quiero verte...
LLueve y es de noche,
aún necesito conocerte...

Los enigmas sin resolver no son buenos para mi salud,
por alguna extraña razón, enloqueciste la brújula de mi sentido.
Y ahora parece que ambos estuviéramos perdidos...

¿y qué si hacemos una tregua?
Te esperaré de este costado del camino...
Y que cuando nadie nos vea,
nos demos un beso que será siempre prohibido...

Ya casi se me borra la marca que tantos problemas me trajo,
pero la quiero de nuevo, desmesuradamente y con ultrajo...