“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

jueves, 12 de agosto de 2010

Adán et Eva, Francis Picabia.

No estoy segura de cómo nos encontramos, quizás siempre estuvimos del mismo lado, y tomamos conciencia de dicha suerte tiempo después. Un despertar de conciencia es siempre una agitación del ser, un humedecerse el alma y estrujarse cual trapo sucio para volver a absorber.
Si te busqué toda la vida, si fue por accidente, si fue mi manera de exhalar lo que siento y respirar lo que pienso, no lo sé... Pero sí sé que es lo mejor que pudo sucederme. Si sé lo que digo que no, sí.
Hay tantas formas de subirse a un tren, de escoger la estación, de bajar del mismo... tantas maneras diferentes de enfrentar un viaje... Yo tenía mi alma en el exilio, una moral foránea, una conciencia hecha de hastío, y una esperanza prendida de la boca. Llegaste, y la Revolución tuvo sentido, cobró forma la lucha de clases y entendí la Libertad y entendí las Cadenas, entendiste mi existencia mucho antes de que lo hiciese yo. Descifraste mi identidad en un intercambio de palabras. No sos mi espejo, sos vos, yo lo soy, vos lo sos. Somos lo mismo. "En esencia" como me recordás vos.


Mi verdad dice que mientras me sostengas en tus manos, el mundo no está perdido.

N.



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