“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

domingo, 29 de agosto de 2010

Llora el alma,
los recuerdos son
como las ramas
que en días de lluvia
golpean las ventanas
de mi habitación.

Pero ríe sofocada
cuando sale el sol,
se secan las últimas gotas,
no duelen los cristales
de la copa que se rompió


ayer.


Y hoy.
Estoy acá
lejos
pero más
cerca
de mi.



N.

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