Eras un último destello
del fuego a punto de acabarse,
viendo cómo al desdibujarse
las estelas dejan huellas
en el firmamento oscuro;
en las calles semi desiertas
y las ciudades encendidas
por tantos apagones nocturnos,
y el peso del propio cuerpo
sopesando lamentos diurnos,
mientras rosas genuflexas
se escapaban a otros rumbos,
las espinas ya no sangran
y ya no duelen los puños,
eras el último milagro
en el Gran Banquete de la perdición,
eras la última de las cosas
que jamás perdería
ni aunque tuviera que decirte adiós
del fuego a punto de acabarse,
viendo cómo al desdibujarse
las estelas dejan huellas
en el firmamento oscuro;
en las calles semi desiertas
y las ciudades encendidas
por tantos apagones nocturnos,
y el peso del propio cuerpo
sopesando lamentos diurnos,
mientras rosas genuflexas
se escapaban a otros rumbos,
las espinas ya no sangran
y ya no duelen los puños,
eras el último milagro
en el Gran Banquete de la perdición,
eras la última de las cosas
que jamás perdería
ni aunque tuviera que decirte adiós
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