“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

miércoles, 4 de noviembre de 2009


Caigamos juntos en la puesta de Sol,
que no te irrite la gente
los que vuelven a sus casas, y van pisando empedrados - ¿es que aún continúan caminando con sus pies?, la resginación como perdigón en el alma



Es que ellos todavía no se acostumbraron a encaramarse con el sol de la Tarde,
amoratados por la melancolía del crepúsculo,
han dejado caer sonrisas con el atardecer,



estamos casi solos, Nene

inmersos en la desolación,

¿Y qué mejor que arder en llamas
hasta derretir los desiertos
de insolación?


pero hoy abrí tu ventana,
hoy tocaste mi puerta,
inmersos y platónicos

(hartos de esta vorágine cosmopolita
de mentiras y creencias aclimatadas,
Maquiavelo y aluvión sefardita,
Flores cortadas y álamos talados)

experiencias surrealistas
cadenas desencadenadas

La Libertad de Delacroix
y las hilanderas casadas con artistas belgas han desentramado el diorama de mi paciencia hasta obligarme a discernir

Rescatamos las injurias de los rostros mudos por el tiempo, sedición en nombre de los emperadores del silencio, la Historia no ha rescatado a los caídos en la batalla del Viento, y de allí nacimos... Por esa misma Victoria hoy caemos,


en el atardecer




de la Primavera de los Pueblos




1 comentario:

Carolina Santos dijo...

preciosa imagen, precioso texto! Un beso

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