“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

lunes, 27 de diciembre de 2010

summertime.





"La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el día, son dominadas por la razón..."
(Brassaï)



No, no.
No basta con un trago, camarada. Servime al menos dos. Apagá sólo ésa luz. Dejame sólo éste vestido. Los imperativos que delinean mis pretensiones, son delicias salvajes para tus manos que me palpan en la oscuridad. Y me mirás, agazapado en tu tierna letanía. Y deseás casi la misma porción de deseo que me recubre. En ese duelo de autenticidades, te deslizás todavía más cerca y yo siento la guerrilla rompiéndo las barreras que podían conservarme.

Sólo ésto y traé lo otro.
Que el resto sea el infinito.
Al final, bastó con uno. me solté el cabello, me crucé de piernas.

Charlie Parker no mintió con el sonido, son dos cinturas aguerridas disputándose el paraíso. Oh, no me mientas. Querés mentirme para sacarme la verdad. Y casi, casi lo lográs. Bastaba un sorbo de tu Luz para enceguecerme en mi penumbra. Nuestro amo juega al esclavo no es mentira de la parsimonia redonda. Nunca me dijiste la contraseña para entrar en tu corazón, vos me tiraste un colectivo, una hora, y yo estuve ahí y ahí nos quedamos. Directo en la yugular, una muerte preciosa para la desprevenida soledad.

Si entré y me quedé a vivir, fue porque es bonito, enchanté.

Los calabozos suelen tener un encanto para el borracho. Los terrenos minados suelen significar algo para los maldecidos.

Sin embargo, me encantó ese misterio que hacía tropezar tus dedos en mis piernas. cada vez más, y más cerca, y ahí estabas. Quedate ahí, tus dedos juegan a la música con mi entrepierna, cada vez es más aguda la nota y más profunda la apreciación.

Me gustó develarte que en mis pulmones hay gritos humedecidos por la saliva de la histeria. la melancolía me la paso por el culo después de un cigarrillo sin prender y con las mil predisposiciones a las tantas adicciones que no tengo. Me desespero, arrancame la ropa, el sentido de posesión será a título de los liberales anti marxistas, pero no me importa yo soy más roja que ellos. Más rojos que mis labios no vas a tener.

Y mirá cómo dibujas ese sonido en mi cuerpo. Yo te soñé, amor mío ¿Es que no lo recuerdas? Me escribías, escribías con letras negras y tus manos blancas no titubeaban soltando aquellas palabras acaso indescifrables pero cuya dactilografía me daba tanto placer sentir. Me matan de a poco los celos de título de posesión, me gana la ortodoxia y de pronto el mismo patrón. Me río, no hay caso ya, somos dos antílopes y nos rodeamos, es la misma danza de guerra que nos hizo corporizar la lucha de clases bajo el hálito del ventilador.

Seducíme.Me lo pedís a gritos. Me encanta lo inimaginablemente predecible que podés ser.
¿Qué ves en mi boca descendiendo por tu cuerpo? Encaramándose en cada parte de vos, retorciéndose para que cuando me hagas el amor hasta la última de mis terminaciones nerviosas de aviso de la nebulosa que se me desploma en la dermis, que me humedece y me moja hasta lo más profundo.

Respiración entrecortada. Y me acordé de un tango. No mentía Libertad, con la vitrola que llora. Asesinamos la tranquilidad, de pronto el estruendo me ha ganado las caderas, porque te has sumergido en ellas y las sacudes con intensidad vibratoria.

Bastó con un trago, camarada. Bastó un bondi a cuarenta minutos de una escalinata con librería. Bastó un onírico llamado telefónico y la gran confesión de los antes mucho después del amor.

Tocabas con la maestría con que mirabas con la perfección con la que oías con la delicida con la que tocabas. Tocame, mon amour, tocame bien debajo de la ropa interior, que mis gritos no te duelen cuando lo que enloquecés es mi amor de virgen déspota, de enamorada de burdel. Te encanta eso, eso y sólo a tu más secreta viva voz. ¿No querés que sea de otro? ¿Qué nos salva de la mugre del mundo que se ha olvidado de su propia creación en pos de su pronta destrucción? ¿Cuántos suspiros quedan antes de que me envuelvas entera? ¿Cuántos te gustaría que esbozara con él?

No, no. Si querés, una vez más, yo sí quiero. Nunca me bastó la noche entera para abarcarte toda plena en mi más profunda ansiedad.

No me sueltes, apretame fuerte. No me pinto la boca, vos me la despintás.

Cada una de tus manos me moldea como si el momento más álgido de manipulación carnal vos decidieras paralizarlo y extenderlo lo más posible. Qué malo sos. Buscás que grite más fuerte. Y más fuerte es mi súplica.Quélindavirgenprofanano?.

Te confieso que me gusta jugar, con la mafia del prototipo patriarcal, me gusta ese engatuzar a los perdidos en la estética de la más podrida sociedad de masas.

No te importa. No me importa. Nos sentimos demasiado.

Te juro que lo intento, pero quiero esta proximidad. ningun viejo recuerdo es comparable siquiera a un solo instante en el que te tengo adentro y me hacés el amor tan perfectamente como si del caos se destilara esa sensación de profundidad absoluta, de no es así bebé...


No te vayas, moin aime.
















La virgen déspota


"Pero no hay primavera en Anhedonia...."



En efecto,


ni una puta flor


crece



en este cementerio

de promesas avejentadas.


Tal vez,


defecto de riego,


las lágrimas no sirven


para fertilizar el sesgado

trecho con tanta pulcritud amanerada.



Grita,


maldito seas y ¡Grita!


que se te rompa el alma

hecha pedazos



cultivame nuevas flores

tengo el pecho hecho de tierra

y los ojos con la sangre

fuera de mis venas


arrancame el último vestido

regalado

en otra de esa feria de vanidades

en otra de esas calesitas infernales

donde perdí el atuendo de virgen


otra vez.


otra voz.



otro hecatombre de Lucifernia

desesperada por acabar

en ese perverso deseo

de prosperar

en el incienso de su boca.


Roja

bella

suya.

mía.



N

martes, 30 de noviembre de 2010



"Y aún había otro horror, nada más empezar el sueño: ¡todas las mujeres tenían que cantar! No era sólo que sus cuerpos fuesen iguales, igualmente despreciables, que fueran meros mecanismos sonoros sin alma, ¡sino que además las mujeres s e a l e g r a ba n de e l l o ! ¡Aquélla era la alegre solidaridad de los imbéciles! Las mujeres estaban felices de haberse deshecho de la carga del alma, de ese ridículo orgullo, de la ilusión de la excepcionalidad, felices de ser por fin todas iguales. Teresa cantaba con ellas pero no se alegraba. Cantaba por temor a que, si no lo hiciera, las mujeres la mataran. "


"Ella había venido a buscarlo para huir del mundo de la madre, donde todos los cuerpos eran iguales. Había venido a buscarlo para que su cuerpo se volviese único e irremplazable. Y ahora él volvía a dibujar el signo de la igualdad entre ella y las otras: a todas las besa igual, las acaricia igual, no hace ninguna, ninguna, ninguna diferencia entre el cuerpo de Teresa y otros cuerpos. De ese modo la había mandado de vuelta al mundo del que quería escapar. La había mandado a marchar desnuda junto a otras mujeres desnudas."

La insoportable levedad del ser
- Milan Kundera

lunes, 29 de noviembre de 2010

La respuesta está en los militantes





"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."

Bertolt Brecht


LA MUERTE DE EZEQUIEL EN MANOS DE UNA EMPRESA ESCLAVISTA NO PASARÁ DESAPERCIBIDA.


¿Cómo se cambia esta realidad, ésta realidad que se llevó a Ezequiel? ¿Cómo hacemos que haya Justicia, que se muevan los de arriba y se activen los de abajo?

La respuesta está en los militantes. En sus manos, en su mente, en su espíritu. La sangre más roja y el alma más compungida debe ser la del militante al sentir una injusticia, al mirar con enojo cómo se suceden uno detrás de otro los miembros de la Gran Indiferencia, de la Gran Costumbre.



Porque es esa indiferencia la que se cobra vidas y no las devolverá jamás.



Es esa costumbre de mirar a otro lado y racionalizar la conducta para evitar el dolor o la angustia de que esta realidad que tenemos no es la buena para todos, no es la justa, no es la que nos debemos.



Nos enfilamos, como en un ejército de zombis, todos los días, nosotros, todos los trabajadores, todos los seres humanos que ya casi no tenemos tiempo de entender qué sucede y por qué pasa lo que pasa.



Ni hablar si al llegar a nuestra casa encendemos la televisión: ¿cómo entender todo en flash informativos de quince minutos? ¿Con qué ganas armar un debate para aportar soluciones? Si desde pequeños nos enseñan que debemos preocuparnos solo por nosotros, terminar la escuela, estudiar, trabajar, tener familia… Y nadie nos habla de entender la problemática social y dar aportes y no convertirnos en individuos sino en personas, en compañeros. Acostumbrados a delegar, a referirnos a la política como “con lo que lucran los de arriba” no nos damos cuenta que todo es construcción social porque “ellos” están ahí porque alguien los puso ahí: y las cúpulas no hacen más que reflejar el estado de sus bases, desde sus logros hasta sus contradicciones y hasta sus más gravísimos errores.



Pero no basta con ir periódicamente a votar ni con cumplir diariamente nuestra dosis de Solidaridad al compadecernos por el niño que pide monedas en el tren. La respuesta está en todos, pero el militante sobretodo tiene una doble responsabilidad: la de dar el ejemplo y empaparse de acciones que evidencien que el cambio se puede y los logros se hacen cuando salimos de la discursiva y nos metemos de lleno en la realidad que tenemos (no la de la tele, no la del individuo y sus propios problemas relativos a su carrera, laburo, a él solo y a sí mismo) aquella que sólo desde dentro y con mucha fuerza se puede revolucionar. Marx dijo que el rol de la filosofía no es únicamente interpretar, sinoTRANSFORMAR LA REALIDAD. No somos diferentes al pobre que muere solo en la calle, no somos distintos al niño que muere víctima de trabajo esclavo, ni al jubilado que se resigna y que no entiende. MIENTRAS HAYA UN NIÑO TRABAJANDO COMO ESCLAVO, UNA MADRE QUE SE MUERE DE HAMBRE Y NO SABE CÓMO AYUDAR A SUS HIJOS, UN COMPAÑERO FALLECIDO EN MANOS DE ASESINOS PROTEGIDOS POR EL GOBIERNO, NOSOTROS SOMOS TAN ESCLAVOS, TAN HAMBRIENTOS, Y TAN LASTIMADOS COMO ELLOS. SÓLO SOMOS LIBRES EN LA MEDIDA EN QUE EL OTRO LO ES.Somos lo que de nosotros hacemos y sólo podemos ser libres si luchamos por la liberación, dijo el Che. La respuesta, en su formato puro y activo, está sobretodo en el militante: un militante que no sólo asiste a reuniones o hace propaganda de sus opiniones, sino ese que se embarra y se ensucia y no tiene miedo de transmitir con la voz y el cuerpo en lo que cree para hacer unión y hacer fuerza.¿Por qué no subir a un colectivo y hablar con la gente? ¿Por qué no compartir la vereda con vecinos y compañeros para sacar a la calle los debates políticos? ¿Por qué no democratizar la política, hacerla de todos, hacerla nuestra? Militante es ése que mira al nene de la calle y quiere ayudarlo y aportar para que cambie su situación y la de todos los que están en esa situación; aquél que le duele como si fuese la propia la muerte de un compañero en manos de la burocracia sindical; ése que detesta y no tolera que en un país que puede tranquilamente alimentar a otros tantos países, tenga desnutridos; ése que no se resigna a que los que duermen en las veredas sean como baldosas, meros agregados de art nouveau en las ciudades más cosmopolitas. Es menester entenderlo y actuar ya en consecuencia: Todos nuestros grandes males podrían erradicarse más y mejor con la mirada atenta y crítica de los habitantes del mundo, de los ciudadanos, de los compañeros. La respuesta está ahí, en el corazón de los militantes, en la habilidad que tengan para sentir el hambre del que pasa hambre, el dolor del que sufre, la angustia del que no entiende, el miedo de los que quieren resignarse porque ya no saben para dónde ir: aunque no pasemos ese hambre, ni ese miedo, ni ese dolor (y en verdad, en un sistema donde las decisiones de la mayoría las toma una minoría y en beneficio de su propio pellejo, nunca sabemos cuándo nos puede tocar). El militante, el Socialista Auténtico, no tiene más que recuperar su humanidad y evitar que se pierda, que se la quiten, y transmitirla y elaborarla. Que no se enajene, que no la vendan como una mercancía más. Tener la habilidad de llorar con lágrimas rojas cada injusticia que tenga delante u oculta pero que sienta y frente a la cual deba actuar, deba hacer algo. La respuesta la tiene el militante. Allí están, en su labor, en su ser. La revolución está ahí: en cada esperanza que se salva, en cada esperanza que se cultiva, decir como la canción “Y aunque el cuerpo se me muera: tendré la edad verdadera DEL NIÑO QUE HE LIBERADO” en cada acción que se emprende, en cada victoria y en cada derrota pero en todos los casos en la total entrega al ideal y al otro, es por el otro mucho más que por uno la razón por la cual se pelea. Esa humanidad, esa sensibilidad, todos la tenemos, pero muchos la han perdido porque el sistema bajo el cual vivimos no favorece su cultivo sino más bien su pérdida (un hombre que se conmueve no es tan “eficiente” como el que no, un inmigrante que conoce sus derechos no genera tanto trabajo como el que no y permite su explotación y opresión continua). El hecho de que nuestro trabajo sea el de base, el de abajo, el del contacto entre compañeros y casi nunca de traje y en la tele, no nos hace menos importantes ni nos hace invisibles: yo digo que la respuesta está en el militante, en su organización, en su labor continua, en su amor. El Che nos dijo que si somos capaces de sentir horror ante una injusticia, entonces somos compañeros: y es eso lo más importante. Eva Perón sostuvo que allí donde hay una necesidad nace un Derecho. Mariano moreno afirmó que si un pueblo no conoce lo que vale, lo que puede, lo que debe, cambiaremos de tiranos pero no destruiremos la tiranía. La respuesta está ahí entonces, en el militante. Más fuerzas que nunca, entonces. Tengamos siempre iniciativas sociales. Salgamos a la calle y miremos y entendamos que todavía hay gente sin vivienda, que todavía hay pibes muertos de hambre, y lo peor aún: todavía hay mucha gente que no corre con esa misma “suerte” y no hace nada para cambiarlo. Si no luchamos, somos cómplices. Sacar todo lo rojo a las calles, sacar todo el dolor de esa inmensa cantidad de gente que sufre a los rostros de todos, no nos maquillemos la bronca ni vistamos nuestros cuerpos enfervorizados con la moda fría del hoy: Gritémoslo, transpirémoslo, vivámoslo, sintámoslo. No perdamos ni un segundo en entender que la Revolución comienza allí. Entonces el de la calle entenderá que no está solo, se parará y lo ayudaremos a caminar. Entonces los chicos que piden en el tren cultivarán de nuevo la esperanza de que así no tiene que ser y de que hay gente que cree en cambiar eso. Entonces haremos entender a todos que la política no es un negocio, es una construcción que está en nuestras manos, que la historia de uno no puede entenderse sin entender la de todos, que no podemos actuar y vivir sin actuar y vivir de acuerdo a lo que la realidad exhibe y la necesidad que denuncia. No podemos seguir comprando la mentira de que todo estará bien mientras cada cual siga su camino, y mágicamente todo eso articulará en el bien común. El bien común no es un mero ítem de un discurso político, se hace todos los días con la labor colectiva. ¿Dónde está la mano invisible cuando miles mueren a diario en la más terrible de las indigencias, en el más terrible de los hambres, porque todo eso se puede evitar? ¿Dónde está la gente unida y gritando para denunciar que senos fue la vida de un niño de seis años porque trabajaba esclavizado? ¿Dónde está la Justicia cuando se asesina a un militante comprometido? ¿Dónde está la Educación, la Salud, la Verdad? Está donde nosotros estemos, donde se cultive la conciencia, y donde el militante lleve en su lucha hasta el último rincón del país la necesidad de dar respuesta a todo esto y no solamente desde una cúpula, desde una reunión, desde un festejo: la respuesta está en la militancia diaria, en el compromiso verdadero, es ése el único que vale y en honor a todos los que sangran todos los días por la indiferencia de tantos…

Unidad y Organización, la Revolución la hacemos todos los días.



N.

jueves, 18 de noviembre de 2010



SERÁ JUSTICIA.




N.



viernes, 5 de noviembre de 2010


Todos los caminos
parecen el mismo camino
Todas las almas
parecen la misma alma
Todas las miradas
son las mismas miradas
Al final del día,
lo único que cuenta
no es la constante
es la Revolución del Alma
cavando la tumba del hambre.
N.

jueves, 4 de noviembre de 2010


"y poco a poco van volviendo a ser lo que no son..."

(Para G.)
Cualquiera podría decir que dos personas que caminan de la mano y bajo sus pies cualquier empedrado no son más que dos almas en convención de convivencia.
Quizás haya en sus rostros un atisbo de felicidad, a lo mejor un seál de ternura materializado en la manera de mirar. Pero esto, nuevamente, puede ser no más que un pasaje de la existencia relativamente corto y relativamente especial.
Comprendo que poco a poco el sistema imperante parezca destruir nuestros resabios de humanidad. Sin embargo, el amor poco ha cambiado en tantos años de existencia: lo ha dicho muy bien Birmajer en un ensayo que alguna vez leí de más pequeña... El amor es lo único que sigue generando alegría y tristeza, altos y bajos, relacione y rupturas, más que ningun otro hecho. Todos amamos. Estemos en el 2010 o en la Edad Media. La gente seguirá enamorándose. Quizás nunca aprenderemos la lección que pretenden transmitirnos, porque cuando uno ama vuelve a ser el individuo-persona que se ve en el otro individuo-persona que nos viene a completar aquello que nos falta. Para bien o para mal, para mucho o para poco.
Cualquiera que nos viese en la calle, y sin conocernos nos conceptuara así: se equivoca. No lo digo por el fuego de tus ojos al verme ni por la llama que se me aviva en el alma al entirte, no lo digo por los besos bajo la lluvia y en una rotonda en el anochecer lluvioso, no lo digo por tantos amaneceres que en lo que van de tres meses superan los veinte, ni lo digo por tantas cosas más que no son "cosas" son Ser. Lo digo porque ¿Has visto el fuego en tus ojos? ¿Has sentido a mi alma sentirte? ¿Y lo besos bajo la lluvia? ¿Tenés ahí en tu cuerpo los amaneceres que parecen salidos de tu ropero porque se apresuran a desplegarse en tu cama cada noche como la ropa que sale rodando si se abre la puerta de pronto?. Lo digo por cada una de esas "cosas" que son mi Ser y son el tuyo. Lo digo porque nada de lo que ve es lo que en realidad es y sin embargo todo lo que en realidad es se ve tan a flor de piel, tan a viva voz, tan a ciencia dudosa y a sentimiento cierto.
Leo lo que escribo antes de que finalmente esto se diera y puedo ver el retrato de una niña-mujer enamorada. Enamorada mucho antes de entenderlo. Se apresuró el corazón cuando el cuerpo todavía dormía, y fue un repentino sacudón el que me despertó esa mañana doliéndome el pecho. "Es el amor... tendré que ocultarme o huír". Yo quería, en el fondo, que mi nombre te doliera. Que te doliera tanto, que te hiriera tan profundo, que te trajera hasta mí. Y que allí, desfalleciendo en las sábanada de mi cama rota de habitación, me dijeras que el dolor de mi labio se calmaba con tu beso. Y no con uno, con muchos. Y no con él, con vos. Soñaba con que esas palabas salieran de tu corazón. Me encontré buscando retazos de cordura para tolerar el hecho de que esto no podía ser. Y me di cuenta de que jamás me importó lo prohibido o lo permitido, siempre lo vi como concepciones vanas que favorecían al otro y jamás a mí. Nunca me gustó tanto sentir el rechazo de mi madre y la conmiseración de mi vetusto padre, como cuando decidí que era libre. He dicho vetusto, y he sido injusta. Hoy papá toce en su pieza y me habla de notebooks. No hay peor manera que intentar acercarse a mí con un disfraz de cotillón. A mí decime lo que quieras decir, no más ni menos. Sólo eso entiendo porque no estoy hecha para mentiras. Yo no soy una mentira, yo soy una verdad. Y lo que sea que eso signifique quiere trascender fuera de mí para construirme como "yo". Porque yo no soy yo, soy todos los demás. Y me encantó Rousseau y Sartre. Pero me enamoré de ocho horas colgada del teléfono celular de mi mamá y sentada debajo de la mesa colocada en la cocina de mi casa de alquiler. Horas y horas con tu voz. Que si en verdad todo eso era cierto. ¿Qué es cierto?¿Qué es verdad? y decidií que nada. Sólo eso. Sólo vos. Te tenía allí, y sin embargo no, aún no.
Amado Nervo me mintió en séptimo grado y me dijo que "todo amor es claridad" qué gran mentira. Si hay algo oscuro es el amor, es la parte del hombre que más se ensaya y con más error, es lo más humano y no se ha podido racionalizar, pero nos torna casi tan manipulables como felices. Alguna vez, cuando era La Maga, dije que el amor era una fuerza que excedía a la potestad del Ser, una fuerza, una potencia, que jamás podía ser Acto dada la imperfección del hombre como herramienta para ser poseída por esta fuerza y materializar su rigor de verdad. Hoy creo que no me he equivocado. Pero el amor es oscuro y no es abstracto, es tan tangible como tangible es tu presencia en mi vida. Sin embargo si te fueses, no desaparecería. Entonces me he equivocado. El amor se me cuelga de las piernas, me atrapa el cuello, me obliga a escribir. El amor soy yo. Amor mío. Sos mi amor. Estás en mí.
Han dicho que no existe el amor altruista. Sin embargo, vos precías el vivo ejemplo. En tantas vidas copando mi cuerpo nunca encontré esa clase de amor, que no es clase sino amor. Mi alma nunca fue dócil para amar, mi cuerpo en cambio siempre se arrojó a que lo amen. Sin embargo, yo quería que lo tomaras. Desde lejos lo soñaras. Sólo así lo tendrías. Y es que primero yo te di mi alma y mucho dspués todo lo demás. Mi corazón, como también me dijiste, fue una construcción más tuya que mía, es más tuyo que mío.
Nunca sentí ser Alfonsina Storni como para venir a hablar de "corazón" y de "alma". Me resulta tan trillado, yo no creo que exista el concepto de eso que llaman "corazón" porque cuando a uno se lo rompen lo que en realidad el trituran es la ilusión, la proyección de Ser, entonces el humano se siente como perdido y no realizado, buscando constantemente su conversión en Acto, permanece alterado y sin calma. Hasta que todo pasa. Y no es el tiempo, es el Alma.
De pronto, me encontré entre tus manos. Agitada, como un little black bird, moviendo sus alitas, moviendo su cabeza, sólo agitado por la debacle del amor. Te sentí tan soberano de mi espíritu, dominio que alegró mi soledad y ensombreció mi aparente lejanía. Nunca me sentí tan viva, en un planeta de tantos muertos.
Te miré y de pronto muté en un cuarto, y vos el solitario, palpando las paredes. "Si te atreves a sorprender, la verdad de esta vieja pared; y sus fisuras, desgarraduras, formando rostros, esfinges, manos, clepsidras, seguramente vendrá una presencia para tu sed, probablemente partirá esta ausencia que te bebe." Alejandra no mentía. En esa ausencia que desapareció de tu alma, que de pronto se tornó cenizas volándose en una bruma de ensueño, allí nació mi calma, alli nació esto que deja de ser simplemente el amor de los amantes, el compromiso de los novios, la verdad detrás de los ojos... Para ser todo eso, y serlo de verdad.
N.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Es curioso. O quizás no. Tal vez todo esto que visto de lejos hasta puede constituirse en azar es una hermosa realidad proyectada desde el antes. ¿Antes? He dicho Pasado, qué difícil polarizar el tiempo cuando te has convertido en la medida del mismo: cuando estar o no estar contigo... (Gracias, Borges).

Es algo curioso, pensé y me sonreí. Sentada en el piso de cemento aguardando al tren, que ya dejaba ver desde lejos la lucecita que pronto sería una gran lámpara rodeada de una especie de tabla de planchar enorme colocada en vertical y aún vistiendo el "luto" por el fallecimiento del idol nacional. Nuboso el día, lluvioso, no tan fresco como el de aquella vez... Pero sí lo bastante parecido como para sonreirme y volver a sentir el escalofrío de la espera, como si fuera la primera vez. Qué cliché de película romántica, y me faltaría el estribillo de fondo de alguna canción pop y en inglés. Los yanquis saben como hacer escenas efervescentes y pasajeras. La verdadera música que inmortaliza es la Clásica. Y Charly. Say No More.

Entonces, me levanté del suelo. Ésta vez son sandalias, un jean azul y una remera gris, con la camperita esa ajustada que hace poco volví a usar. Mi cabello, muy despeinado, enredándose en el rodete. Mis ojos delineados, y bien abierto. Mis manos con la muñequera del Che. Curioso tambíén, me la regalaste ese día ! lo recuerdo perecto. Pero ese día yo tenía botas, las botas marrones, el jean con el botón rojo, mi pulover "punk" y la horrible cartera.

La lluvia fue un bonito telón de fondo. Me encantaba sentir el frío que por entonces era más bien helado, pero sosteniendo tu mano en la mía sentir el aire calandome en el tuétano no se sentía más que como volver a nacer. ¿Cómo explicarlo, G? Vos entenderas mejor, porque sentimos algo similar, y con fuerza, como un huracán devastador que se vio forzado destruir todo lo de antes: Miedo, resignación, recuerdos. Esos quedan. Esos no se van. Pero los primeros dos se vieron pulverizados y arrojados a la mar de la conmiseración que no sentimos, por nadie.

No imaginaba que ese día iba a conocer tan bien tu cuarto. Tu cama, qué lindo, qué cómodo sentirte conmigo. Pareciera como si aquel instante lo hubiésemos ensayado toda la vida. Pero no, no, bebé. Todo nuevo, todo real.

Cuando me bajo del tren recuerdo que también habías llegado después que yo, que me había apoyado en ese bordecito de un coso que no sé nombrar, y que el hombre del pulover rojo me habló de Francia, de Economía, de Bella Vista, de Perón (¡Baranda! era una baranda de metal, ahora lo recuerdo bien).

Llegaste y me dijiste: "Te amo". Luego, beso, largo y profundo. Luego tu mano de la mía. Alegría, estupor, nervios también. Cómo no mirarte y sentir que eso podía ser un sueño. Pero en los sueños no hacía ese frío y el corazón no me latía febrilmente.

Qué bueno saber que muchos días ya pasaron de esos momentos, y saber que el amor y la manera en que nos miramos sigue haciéndose presente todo el tiempo entre nosotros. Jamás renunciamos el uno al otro, yo creo en lo que vos me enseñaste: uno nunca claudica.

Te amo, G.


N.

martes, 2 de noviembre de 2010

Dandelión Surrealista VIII - Sacreblú !

(Vagón norrutinario, de nuevo. Los árboles, la gente, las cosas, pasando rápido a través de los ojos, a través de las ventanas, a través del espacio tiempo que no comprende a los ateos. Tantas veces ese escenario y siempre distinto. Agarrado de mi cintura, como no queriendote alejar, no comprendes amor mio? la lejania no cabe entre nosotros, entre nuestros cuerpos que se celan, se viven, se aman, se perpetúan viciosamente en una hermosisima danza final. pero no termina allí. Yo te apreso con mis brazos, acaso rodeo tu cuello y qué bien es tenerte ahí. bonito mio, cabello ensortijado, tenés una revolución estallándote en tus ojos y se te quiebra la reacción en las pestañas. Dejame sacarte la lagaña del dolor, cielo mio. Ahí donde te tengo en realidad no estás, estás mil veces más dentro de mí.)

Cierro los ojos y aun te veo, bonito. Va más allá del color de la luz.


Era de día, a las nueve de la noche.Saquito verde, remera azul. Esa locura de complementarios sin pensarlo en realidad. Las abstracciones de la mente nos comulgan en una soledad compartida: y de pronto ¡Mirá! no estamos solos. Mirá el viento, que se mata de risa, atemperándose contra los parachoques que no lo dejan pasar. Pintame con acuarela un minuto más para respirar tu brisa de ciel, mon amour.

- Torimé, canto gregoriano, da miedo si lo escuchás, sobretodo de noche...
- ¡Sí! durante tres años seguidos mi hermano ponía esa canción a medianoche
- ¿Tres años bancándote torimé?
- Sí, bueno, quedé así...
- ... Sacreblú ! Sacreblú !

Me río. Porque si yo cosifico vos desarmás las cosas y les das otro cuerpo después. Giorgio di Chirico un poroto. Transmutación, Heráclito. De repente entiendo que somos un alma sola repartida entre dos cuerpos, dos torrentes sanguíneos (tal vez por eso no podemos separarnos por demasiado, tal vez sea que mi alma busca repatriar en tu cuerpo y al revés.) Desarma y sangra. Obra de Arte. Mio. tuya. Como a las cinco de la mañana cuando todavía te tengo entre mi pelo, mis piernas, mis manos, mi tacto. Despacio, amor. Dejame guardar cada segundo. Dejame, damelo, devolvelo, no te lo lleves! y si te lo llevas, llevame con él, llevame con vos, llevame lejos yo quiero perderme en lo perdido que estés y respirar lo que respire de tu piel, como las esporas que desprenden los dandeliones así cada uno de mis deseos se siembra en tu cuerpo.

- Soñé que me escribías, G. El cuerpo, me lo escribías.
- Te amo.

Y no hay tiempo. No existe. Y cuándo y por qué si no necesito más. Pero sí, contestame, escuchame, sólo porque cuando todo cobra sentido es cuando me devolvés el sonido de mis palabras. En vos, tienen vida, amor.

Hemos llegado al punto en el que no es mentira nada. No entre nosotros, G. Vos me escribiste ¿entendés? Me escribiste. Me tipografiaste. Ahora mismo esto de amarte es tenerte ahí mirando al horizonte con ese rostro de niño perdido y esos ojos de que te escapaste de los setenta. Ahí, tus manos se apresuran y presionan las teclas de una máquina de escribir. Ella escribe constantemente. Ella está aquí. Ella sos vos. Y viene a decirte que no claudiques, ni siquera ens ecreto, mucho menos en tu interior. No te atrevas a negarlo. Sólo con esos ojos se puede amar así y decir Adiós. Adiós es una palabra que no quiero escuchar jamás de vos. Porque entonces todo esto que es imborrable se me convierte en la hisotira más hermosa y más triste. Y yo ¿Dónde viviré? ¿donde las coplas, las amapolas, los dandeliones, Ernesto, Victoria, Camila, y la mesa de luz con la ventana que de al patio donde jueguen? No puedo ya. Hemos llegado allí. Al punto en el que no podemos perder si saltamos de la mano. Aquí, bebe, tocandote el rostro, sintiendote adentro mio pero corriendo para alcanzarte, extendiendome mis manos para tenerte. Personaje vivo de la Historia que alguna vez creaste. Salido de tu matriz misma de soledad y de amor. No me dejes de escribir, que no se acabe la tinta, bebe. Puedo sangrar hasta secarme sólo por aprehender esa última letra, y no termina.

N.

martes, 26 de octubre de 2010



(para G.)



es un sueño revestido
con un rostro de mujer,

lo señala el empedrado,
donde duerme la vereda

arrastra en los talones
lo que la tristeza deja

es el llanto de los pobres,
es la herida de los perdidos

tapizado con su piel,
perdido en su cintura,

se le ciñe la cordura
como en la deshonra la hiel,

tantos amaneceres en sus piernas
tantas promesas en sus manos

y su boca ha sonreído
con los últimos peldaños

es el humor embravecido
del Destino fugitivo

la última lucha la escogió por terreno
con el amor de los insurrectos

y su forastero preferido
asaltó con el miedo

ya no habrá noche sin Luna,
ya no habrá silencio sin amor.


N.

You know im such a fool for you...


ojos que miran
que sienten

son tus ojos en mis ojos

que viven
resienten

y nacen
y mueren

son tus miradas de las mías

las que arrancan las voces
muertas del corazón

las que arrancan los sonidos
de la ensoñación

y los convierten

en cambalaches
de artillería pesada

para quien no conoce
de los callejones
en los que el amor
de los amores

hizo vino de la vid.


N.

jueves, 21 de octubre de 2010

martes, 19 de octubre de 2010


Allí, amor
tan cerca del Sol
no es bonito ser sombra.
Y tenemos cerca de las manos
aquel cielo inveterado
enredado entre las ramas
del árbol cerquita de casa,
de la esquina y de la plaza,
donde no parece que la calle
nos saque a patadas
N.

domingo, 17 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010






No sé muy bien dónde me quedaron las Letras. Se me perdieron camino a escribirlas. Se escribieron solas, mientras yo las pensaba. Se las robó el último en acariciarme el rostro. Qué manera de volver a encontrarlas, releyendo las viejas epopeyas, sopesando a las antiguas miradas ¿Para qué existen entonces? Si no es para sojuzgarlas. Bello perfil barroco, con la mirada perdida. Figura estoica del milagro, del milagro enceguecida. No son las orquídeas ¡Oh, Amor! ¡Lee a Rimbaud esta noche! Mientras desfallece en el Altar el viejo Dios de albaricoque. Me esfuerzo en decodificar qué significa ese quejido. Es un lúgubre sonido, pero más lugubre es no saber. Si la ignorancia me cubre con sombras, no es tan difícil entender el por qué de esa ausencia de color. Hasta que me invento un pigmento carmesí, me cubro los labios para besar. Entonces sí. No. No es el miedo, ni la amargura, es la Libertad y la hermosa soltura de llevarte prendido de la mano. Alma chiquita, alma enorme, alma libre, alma verde. Verde y Roja. Roja como el 17 de Octubre. Verde como la pradera que se revela detrás de tus ojos, y más atrás todavía están las cadenas. Las cadenas que te apresan y las que te liberan. Galopando el jinete sin cabeza. Muchas historias en un cuerpecito todavía joven, todavía bello, todavía mío, y más mío que nunca, y mas tuyo que mío.
n.

La Bella Durmiente


Lucifernia duerme en su sillón. Son más de las diez ¿No debería dormir? Sumida en su misterio de chifón, reencontrándose en las sábanas de azar. Da ganas de despertarla con un trueno, o de violentarle la calma con una tormenta de rosas. El vestido se le pliega y la piel se le adivina de lejos. Sus ojos tiernamente cerrados vislumbran lo que hay detrás. Lucifernia no duerme, sueña, sueña mucho y por eso dormirá.
n.

martes, 12 de octubre de 2010

lunes, 11 de octubre de 2010

Tamborilean los dedos, todavía tienen ganas de escribir. Y la noche me apagó el cigarrillo, junto con las ganas de dormir. Las piernas, entumecidas. Los labios humedecidos, con la marquita de la mordida que hoy no me dejaba escaparme más de un par de centímetros. Los ojos ya no absorben las letras que me atengo a leer por obligación. Mi alma ha viajado, allí donde vos la abrazás cada atardecer, sumidos en la misma hermosísima verdad que es esto de amarnos, esto de sentirnos, así de cerca, así de verdad. Y suspiro, casi como Werther. Me olvido de que no soy Marlowe y me vuelvo a sentar en este asiento de gabinete. Sin embargo, hay una tremenda quietud esta noche, una terrible desolación colgándose de los hombros de todos los que habitan esta casa. Pero qué bonita manera de tropezarme con cada uno de ellos, y es que da gusto recibir los sinsabores del desencuentro cuando uno ama con tanta locura, con tanta pasión sacándole hasta lágrimas de desesperación por correr al tren y colgarme de sus brazos. Me sonreirá algún hombre al momento de cruzar la calle. Y la vida se resumirá en el niño que me pida un par de monedas. El verde de mi tapado lucirá insulso. Y todo lo que querré es el viento en el rostro, y los apuntes de Rousseau a mano...

N.


N.
(hey, I took that pic)

Un Rock Pagano


No me emborraches, esta noche,
con altas dosis
de Rock Pagano
No me empapes, esta mañana,
con viejos dramas de living room
Mucho menos se te ocurra
abrir las ventanas del paraíso
para cuando las almas se escurran
un Rock Pagano sonará en la Disco.
N.

viernes, 8 de octubre de 2010



´(Una hermosa beba, dijo el Dr. Eugeni; al menos, eso, según mi mamá.
Natalia Araceli López. D.N.I: xxxxxxx. Partida de nacimiento: xxxxxxxxx. Domicilio legal: xxxxxxxxx.
¿Es feliz? : Sí. ¿Es libre? : La libertad está al final, pero quien lucha por ella ya lo es. ¿Quién es?: Mujer, socialista, argentina, todos y nadie. )
Felicidades.
...

jueves, 7 de octubre de 2010

La paradoja es que estos hombres, a los que Platón alude como óptimos para la tarea de gobernar, son los menos interesados en gobernar: porque no tienen ambiciones personales, razón de corrupción en los otros. En cambio, los que sólo ven lo superficial, sí quieren y pretenden el gobierno: éstos no son los aptos, en modo alguno excelsos, por el contrario aspiran a un beneficio personal y esa competitividad guiada por principios muy lejanos a los de la Idea rectora del Bien los destruirá, y con ello, destruirá a la ciudad.
Cuando descubro lo muchísimo que amo a la Filosofía, lo más cuerdo sería dedicarme de lleno a ella. Cuerdo ¿Según quién? Rousseau hablaba de los juicios de valor, aquellos que generaron la mala socialización del hombre a causa de que perpetuaron las desigualdades. A mí no me gustan las casillas, la verdad que nunca fui fácil de encasillar (y pretendiendo huír de cualquier cadena que me atara a un único destino, imberbe, estùpido, egoísta, convencional, conservador, es que viví corriendo e intentando atisbar un grado de fortaleza y de educación que me permitiera encontrar lo que en realidad todos buscan). Paradójicamente a lo dicho entre paréntesis, que no es entre paréntesis porque lo he gritado a viva voz, estudio Abogacía. Abogacía, Leyes. Poder Judicial. Resabios de nobleza que ninguna Revolución terminó por acabar. ¿Por qué, N? ¿Será que sos contradictoria?
Yo no soy yo. Soy los otros. Creo que ninguno es lo que es por mérito individual, es ilógica tal cosa ¿Cómo atribuirse a uno una Naturaleza, una prefijación?. Soy la persona a la que veo llorar, soy la mujer a la que siento deprimida, soy la felicidad del injusto y la riqueza de los que no la merecen ¿No produce todo esto en mí una opinión, un juicio, una manera de ser? Que en modo alguno ocurriría de otra manera. Separar a la persona de Ideología es tonto. No existe la neutralidad. Soy la persona que me ve y a la que miro, soy la triste, la infeliz, la injusta y corrupta que se llena los bolsillos mientras otro al costado perece por falta de lo mismo. Esa última es la parte que detesto de mí y que otros quizá vanaglorian por demás, contra la Costumbre habría que luchar para que todos notaran que eso no es bello, no es bello porque es perverso, no es bello porque es deprimente. No es sano. Ésa última porción de ser - reflejo, la que habla mal del género humano, la que reporta la Gran Costumbre, es la que odio. Tiene su razón de ser, pero no por eso es Justa. Justicia. Justitia. Iure.
Por eso me molestaría de manera absoluta el perseguir un fin egoísta. No creo que el hombre persiga naturalmente un fin egoísta, creo que eso existe pero es una costumbre menor relacionada con el principio de auto conservación, relacionada con impulsos y demás. Y a la que se le ha dado demasiado énfasis por ser funcional a un sistema. No creo que el hombre haga algo naturalmente. No creo que la Naturaleza exista. En todo caso es algo demasiado relativo, como el tiempo, como los días, y son simplemente convenciones que pasarán de moda, de paradigmas cambiantes. Construirse una vida en base a una ambición individual es demasiado inútil. Porque la Vida pasa, y ya no quedamos, somos un átomo volátil en la inmensidad de un Universo (en el cual no somos rectores). No queda más que Trascender, no queda más que resignificarse. ¿Por qué puedo yo vivir y no pueden otros hacerlo así? ¿De qué me sirve entender pero que el otro no?. No queda más que arrojarse a la existencia a la que fuimos arrojados y entretejernos un diorama en el cual podamos sujetarnos. No está mal, existen miles de personalidades que se dedican al mero disfrute individual y sólo reparan en sí mismos. Ahora bien, lo que sí está mal es que esas personalidades sean las aclamadas por el resto de las personas de la manera en que lo son... Como si buscasen la Paz, como si nos guiaran hacia algo más, como si perpetuaran un sistema que incluyera la felicidad de todos. ¿Dónde queda el Docente, dónde el Alumno, dónde el Político? Condenados a ser la espuria, costumbre inveterada.
La verdad es que yo condeno a la gran cantidad de Intelectuales que vociferan verdades desde el Limbo, desde la Torre de Marfil. Son excelentes, los adoro, los leo, los he seguido. Pero no quiero ser una mera intelectual, que desde lo Alto mira con desdén a los que no la saben leer. Para eso ya hay demasiados, yo en cambio prefiero sacar a la calle lo que no se supone debería estar encerrado en exposiciones privadas. Si la Filosofía, si el Derecho, si lá Política, si el Arte, no se pueden transmitir a las masas de modo que estas comprendan lo que ocurre y la razón por la cual sus inquietudes son en realidad problemas estructurales... Entonces, no sirven. No me gustaría continuar leyendo a Sartre en el mismo vagón de tren, donde un niño me pregunta si tengo una moneda, y claramente no le interesa el existencialismo: sino comer. ¿Cómo cubro mi ansia de conocer con su ansia de cubrir sus necesidades básicas, su derecho? Porque mi existencia y la de él deben conciliarse, deben sentirse, deben ser parte del terreno que recorren juntos pero sín saberlo. Qué Soledad siento cada vez que una personita así se me acerca. Qué Soledad, porque únicamente nos acercan los sentidos. Él no me entiende, y yo no lo entiendo. Él no me ve, me mira al costado, arriba, abajo, no a mí. Y por mas que lo desee no lo puedo abrazar, ni acoger con calor. Entonces no puedo continuar leyendo, me duele, hasta no entiendo. Quiero enseñar Filosofía, quiero estudiar, profundamente, pero necesito sacar a ese niño de la calle. Y recuperar la casa que nos quitaron. Y no permitir que sigan engañando a más gente. Eso es luchar contra la Gran Costumbre, es terrible que el que duerme en la calle sea un elemento más del paisaje urbano que ya no les genera deseos de llorar, a todos los demás. Uno se acostumbra, uno resiste. Qué terrible ese poder de adaptación que nos permite todo tolerarlo. Es que debería emplearse mejor, esta no es la vía!. A mí, sí. A mí me molesta, yo no renuncio. Entonces, seré Abogada (pero no para reproducir un aparato burocrático injusto, brazo mismo del crimen que se supone debería combatir)
La Ley, ¿Qué es? No es lo que dictan los medios, no son esos fallos de la Corte. Se supone que es la representación del alma cívica, el reflejo de una volonté. Qué lejos quedó el concepto de ley como inherente a la calidad de ser, ethos social.
¿Desde cuándo uno debe ser simplemente lo que quiere ser y no lo que es necesario que sea?. Entonces, a Platón le contesto: No. Los aptos para el gobierno, no quieren dedicarse a él. No. Yo sí quiero, yo sí puedo, yo sí me arriesgo a tomar esa potestad. Lo que no me aleja de la Filosofía, ni de las Letras, ni de mis pasiones. Puedo estudiar paralelamente, puedo ser autodidacta, puedo antes o después. La mujer está dotada de una increíble habilidad para proseguir varios fines de manera simultánea y hasta ventajosa. He visto a mi madre hacer todos los quehaceres del hogar, criar cinco hijos, atender a un esposo exigente, visitar familiares y amigas, y aún sobrarle tiempo para tejer y reflexionar. Mamá no lo ve, pero es increíblemente capaz. Papá la condena a un segundo lugar, a un no lugar, a no tener lugar. No me agrada su patriarcalismo, como no me agradó que a los nueve años me dijera que nunca iba a poder ser la respuesta a los grandes problemas de la sociedad, que jamás sería lo que el país necesita. No se equivocó: yo, en sí, no lo soy; lo es el Ideal, lo es algo muchísimo más grande que yo misma, la Trascendencia. Qué hermosa palabra. No hablo de grandes honores, no hablo de que la gente me alabe. La Trascendencia le quita mediocridad a la vida, al absurdo. Es un legado. Y como esta vida no me interesa para placeres egoístas exasperados, prefieron trascender. Sí, papá, un día lo voy a hacer, y entiendo que esa crítica dolorosa fue en realidad un fruto de una enorme tristeza: ésa que te obligó a dejar tu país de origen y venir a pelearla en un círculo de depredadores que fue donde creciste. Yo no soy así. Mi fin es algo más noble que el de los políticos de cotillón.
Entonces me cuesta entender a la gente, siendo que en realidad la entiendo por demás muchas veces. No puedo mirar televisión, ni mirar a la gente de la calle, sin tener la extraña sensación de que hay un letargo del que aún no son sacudidos. Tal vez, tal vez lo imagine. Pero no, me rehúso a creer eso. Me rehúso a sentir que mis alumnos cada vez entienden menos que exista tal disparidad entre el heroísmo de héroes históricos y la realidad. ¿Qué es la realidad? Es lo que construimos nosotros ¿Qué construimos nosotros? Hoy: Nada. Las pautas las está fijando el sistema, este Frankestein que se nos escapó de las manos. Eso no es progreso.
Qué palabras torpes, tontas, para expresar algo mucho más intenso.
Entonces. Si mañana muero, qué pasará? Nada. Lo habré intentando. Equivale a morir esto de vivir persiguiendo lo vano.
Los otros nos definen. Sin duda. Yo no soy yo, soy ellos. Ellos articulados de manera tal que acabo por ser esto. Articulados en un yo particular pero que no es pasible de comprenderse si no entiende, primero, a todos los que lo rodean. Es cierto, un poco de Imaginación Sociológica, por favor.
Siempre mucho para decir, y con pobres combinaciones de palabras pero que emanan con enorme fuerza de lo más profundo de mí, es menester difundir ese Manifiesto de mi Náusea, ése principio que me guía. No es Dios, porque no existe. No soy Yo, porque "yo" es artificial. Es la Trascendencia, materializada en un Ideal palpable. El rescate de esa niña que sigue sufriendo por el dolor y por lo injusto. No hay que matar esa sensibilidad que nos hace humanos, por el contrario, rescatarla!
Y todavía me queda tanto más por decir.
N.

martes, 5 de octubre de 2010







Que tu m'aimais encore,
C'est quelqu'un qui m'a dit
Que tu m'aimais encore.
Serais ce possible alors ?
.

Paris de nuit -Les amants

¿Y qué cuando yo no sea yo
cuándo ese espíritu suceda a éste
cuando los pétalos se sequen
y el río se aquiete en su cauce?

En todo caso, ya no habrá más búsqueda,
En todo caso será empezar de nuevo.

¿Y qué si ya no quiero?
¿Por qué este espasmo casi zodiacal?



Te juro que me dolés en el alma.
No vos, sino el hastío,
No él, sino la figura
Que se desfigura
Muy detrás de sus ojos.









Así, nunca tan hermosa,

como cuando a punto de desistir

se sucede

el día

y

la noche








y la brisa y la mañana y el sueño y el letargo y yo.


que envuelta en lluvia

quiero dormir

violentada

por amor.



sacudida por los truenos, doblegada en la marea






con las alas en llamas, inmolada en el placer, de desistir justo allí, a punto de vencer...

N.

Boulevard du Temple I - El daguerrotipo del Ángel


Quiero mi daguerrotipo. Le dijo y lo miró con desdén. El hombre soltaba las últimas pitadas a un cigarrillo consumido. Solo con la oscuridad de la pieza donde nadie parecía acompañarlo. Hacía tiempo que nadie se paseaba por allí. Atardecía con la estupidez de los Martes cuando parece que ya no se van, y ella estaba allí: sí, quería su daguerrotipo. ¿Cuánto le cobraría? Ya no tenía ganas de facturar. Ya en su vida no tenía sentido el facturar. Los caudales de dinero le parecían vanos para comprar felicidad. Es más, ni aunque la tuviera la conservaría.
Quiero mi daguerrotipo. Nena, no podés esperar? No, quiero mi daguerrotipo. Sentate ahí, enfrente, mío, preparo la máquina y está. Acomodate el pelo, mirá a lo lejos. No. Lo que vos más te guste. La miró y la imaginó desnuda. No había reparado, un instante antes, en lo blanco de su piel, ni el contraste de sus cabellos despeinados, ni en la desarmonía de sus ojos y sus mejillas, ni en lo idiota que se veía con ese vestidito rosa que le quedaba corto. No era linda, pero le agradó demás. Necesitaba los lentes de Petzval. Demasiado viejo estaba para apreciar la juventud. Sin embargo, diez minutos después sintió que esa imagen le era conocida.
Tendrá su daguerrotipo. Espera un poco. No tengo los lentes...
Quiero mi daguerrotipo, pero no ése.
Le dijo y volvió a mirarlo, con soberbia. Qué jovencita engreída. No tenía tiempo para eso. ¿Quién sería? ¿Qué quería? si allí estaba su imagen insulsa, la de la muchacha sentada con los ojos perdidos. Ahí tienes ¿Qué? ¿no te gusta?
No.
Se hizo de noche.
no soy fotógrafo de moda, esto no es Rusia.
Yo tampoco soy una señorita.
Lo sospechó, la había visto antes. Ahí sentada, jamás, pero la había visto antes. Qué va, suspiró, sintió los lagrimales oprimiéndole el humor vitrio. Capaz que sí, capaz que era ella. Estaba allí. Y sí, quería su daguerrotipo. No me dejas de impresionar, nena ¿Cuándo fue la última vez? ¿siglo XIX? tenía ganas de vomitar, se mareaba. Al mejor estilo del carnaval vienés. Lo mareaban sus ojos catalizadores de angustia ajena. ¡No me mires, pendeja! ¿No ves que duele cuando alumbrás? Hay gente a la que no le hace bien brillar, mirá si se te consume la vela, la llama se te apaga, te hacés cenizas. Acá está tu daguerrotipo. Te lo regalo. Jamás fue mío.
No lo quiero. Quiero el tuyo. No me veo en éste. Por eso me llevo el tuyo.
No, yo no tengo daguerrotipos, sólo los hago.
Me llevo la impresión del alma en el cobre del amanecer, entonces.
El hombre ya no estaba. La tienda cerró con el reflejo post mortem, y el amanecer encontró las veredas manchadas de rutina. En la mesa la superficie de plata pulida, todavía impregnada de los vapores de mercurio, y el contorno lumínico de una figura de mujer con alas negras.
N.

domingo, 3 de octubre de 2010



Y es que el Olvido, no es acaso... una de las tantas maneras de Recordar ... ?

N.
De por sí la idea muerte no parece ser un infinito del todo asequible a la mente humana. Conocemos lo que la vida es, pero la muerte es la ausencia de ella, está conceptuada de manera negativa sin haberse encontrado - todavía - un verdadero concepto de ese caracter único que permitiría interiorizarla de otra manera.
Qué se yo.
N.

sábado, 2 de octubre de 2010



- sabes que estoy loca, G.
- Sabés que me encanta tu locura, N.
- un día te va a cansar, G.
- No, N. Nunca me va a cansar.
- no quiero que te canses, G
- No me voy cansar mi amor, te lo prometo.


viernes, 1 de octubre de 2010


Todo esta guardado en la memoria.-
(pour toi mon amour)

A las cuatro de la mañana, ya el maquillaje está corrido. El delineador ensombrece los contornos del párpado móvil y la línea que dibujan las pestañas inferiores. Si los ojos son cristalez cromados, ahora parecen un lago contaminado. Pero es un espectáculo urbano en el que sólo vos podés hayar una total claridad, un espejo verdadero.

Qué bronca. La bronca es más fuerte a las cuatro de la mañana. Es como si entre la soledad, los ceniceros, la oscuridad, los azulejos... Todo me habla y me denuncia la crueldad de una noche que por momentos apacibles se me disfraza de orangután, y sale a golpearse el pecho en la selva verde.

En vano prender la televisión, u hojear una revista, las Letras no están ahí, no, no las mías...

A mí me falta el aliento, se me van los hálitos de vida cuando contemplo lo mismo que todos contemplan y no ven.

Pero lo que más molesta es la pobreza moral de los que ostentan enormes cantidades de Dinero.

No puedo evitar la bronca.

Pero lo que más me molesta es la pobreza que nos aqueja a todos. No seamos ilusos. A todos.

N.

miércoles, 29 de septiembre de 2010


il ne fait pas de froid


il fait des ténébres

et quand il fait jour

l amour arrive

mon amour amoureux

il ne peut pas me faire mal

parce que c est le froid

c est la chaleur

cest moi


N.




Tu tacto la geografía


de mi cuerpo el terreno


recorriendolo tus manos



N.

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