“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

domingo, 26 de julio de 2009

Olvido

Frío e insostenible el olvido,

Cuyo cobijo, que si existe,

Se entreteje casi sin saber…


Y perturbado por etapas del destino,

Que remueven y vuelven a enterrar,

Que destierran y vuelven a querer…


Frío e insolente el olvido,

El que obliga a los amantes,

A existir por siempre y a no ser…


Y que de noche se ausenta,

Cuando la noche y sus estrellas,

Hacen que el insomnio ponga a recordar…


Frío y neblinoso el olvido,

Porque deshilacha los hilos,

Que con labor la vida entretejió…


Y que rocía con fineza,

Pedazos de certeza,

Sin regalar más que ilusión…


Frío e imperdurable el olvido,

Que cambia de nombre y pierde batalla,

Pero gana la guerra sin querer…


Y cuando cantan a la historia,

O cuando desdibuja la gloria,

No está destinado a durar…


Frío y costoso el olvido,

Porque es más fácil recordar,

Aunque duela más saber…


Y si pudiera olvidar,

Aún así elegiría guardar

Para siempre y bajo llave…


Frío y doloroso el olvido,

Porque no hay anestesia para tal enigma,

No hay explicación para tal desdén…


Y aunque quisiera olvidarte,

Los haces de mi memoria,

No te recuerdan tanto como lo hace mi piel…

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