Frío e insostenible el olvido,
Cuyo cobijo, que si existe,
Se entreteje casi sin saber…
Y perturbado por etapas del destino,
Que remueven y vuelven a enterrar,
Que destierran y vuelven a querer…
Frío e insolente el olvido,
El que obliga a los amantes,
A existir por siempre y a no ser…
Y que de noche se ausenta,
Cuando la noche y sus estrellas,
Hacen que el insomnio ponga a recordar…
Frío y neblinoso el olvido,
Porque deshilacha los hilos,
Que con labor la vida entretejió…
Y que rocía con fineza,
Pedazos de certeza,
Sin regalar más que ilusión…
Frío e imperdurable el olvido,
Que cambia de nombre y pierde batalla,
Pero gana la guerra sin querer…
Y cuando cantan a la historia,
O cuando desdibuja la gloria,
No está destinado a durar…
Frío y costoso el olvido,
Porque es más fácil recordar,
Aunque duela más saber…
Y si pudiera olvidar,
Aún así elegiría guardar
Para siempre y bajo llave…
Frío y doloroso el olvido,
Porque no hay anestesia para tal enigma,
No hay explicación para tal desdén…
Y aunque quisiera olvidarte,
Los haces de mi memoria,
No te recuerdan tanto como lo hace mi piel…
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