Sólo nosotros

Gracias de verdad... por haberme dejado un espacio en tu vida... por permitirme volver a tu lado, y quitarme el miedo.
Gracias, a tu alma y a tu espíritu desde lo más profundo del mío porque mis latidos son más claros cuando estoy con vos.
No te vallas, no te vallas. Pienso en pesadillas, pienso en la lejanía de los recuerdos. Sin embargo la melancolía no es tan buen antídoto como esta felicidad que traes a mi ser, que embistió a mi soledad y le gritó que ya no estoy tan sola en este mundo... porque, de alguna manera, estás vos.
Es interesante de ver y bellísimo de apreciar como dos almas pueden parecerse tanto. Pase lo que pase, suceda lo que sucedad, puedo asegurarte algo: una parte de mí, una parte que aprecio y estimo en verdad, es tuya.
Entera quiero poder entregarme a tus brazos y distinguir tus manos perdidas entre los laberintos de mi pelo. Verte a los ojos y saber que son como un espejo, verte a los ojos y distinguir ese cáliz... ese fuego...
Vos sos el fuego (jamás la llama que se consume, sino la que arde y que resurge) las cenizas impías han hallado su camino... porque ninguno de los dos cree a ciencia cierta en el destino, pero de verdad creo que estar con vos estaba escrito.
A veces pongo en duda mis principios, a veces solo anhelo cumplir mis convicciones. Te veo y todo me parece más claro ¡ No huyas alma mía! ¡ No te vayas ! quédate a mi a lado...
Gracias...
Gracias de verdad por hacerme feliz...
Por haber perdonado lo que pudo haber definido el costado más horrible de mí y haberte quedado con el hoy. Me hace tan feliz, que no tengo miedo a repetirlo. Gracias...
Dos almas se perdieron en algún momento, y en algún otro volvieron a encontrarse. Cuando todo en el mundo sea caos, habrá un espacio sólo nuestro, sólo dado para los amantes, sólo dado para los que de verdad se atreven a enfrentar el miedo. Allí, sólo nosotros, sólo nosotros estaremos...