“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

viernes, 15 de enero de 2010

Y es que, nena, estabas tan sola...
Extendí una mano para ayudarte, me sedujo ese deseo de rebelión reprimido, esas ansias de andar vagadeando en espacios libertinos, sólo para entender qué significa vivir...
Me dio algo de tristeza no poder abrazarte lo suficiente. Te fuiste antes de tiempo, pero sos de las que vuelven, con alas heridas y perfume a herrumbre (siempre hay un caparazón donde replegarse ¿te acordás quién te lo dijo?)
Es de noche y te duele que te falten amigos. Es de noche y sentís que pertenecés a los brazos de una sola persona, y curiosamente, no son los míos.
Te cuesta decidirte sobre qué camino tomar, porque vos sabés bien que, en realidad, el camino se hace al andar...

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