Secuestra a mi alma,
que yace esparcida en el suelo,
encarcela a mi alma,
que se libera de las huestes sublimes,
enloquece a mi alma,
mientras la nostagia matiza los muros
de una conciencia estigmatizada
por los rostros olvidados
que sin importar los abriles transcurridos
no retornan sin haberse tergiversado...
y trastocada por caricias...
mil caricias,
mil amantes...
mi alma se retuerce
aguardando el rocío
que cubrirá al bosque cuando amanezca...
mientras la noche se hace interminable...
Sumida en la desesperación,
o agotada en su serenidad,
el viento pelofustán despeina a mi alma,
por eso ven... Ven y contempla la claridad de sus reflejos...
Secuestra a mi alma,
y llévame con ella
Lejos
que yace esparcida en el suelo,
encarcela a mi alma,
que se libera de las huestes sublimes,
enloquece a mi alma,
mientras la nostagia matiza los muros
de una conciencia estigmatizada
por los rostros olvidados
que sin importar los abriles transcurridos
no retornan sin haberse tergiversado...
y trastocada por caricias...
mil caricias,
mil amantes...
mi alma se retuerce
aguardando el rocío
que cubrirá al bosque cuando amanezca...
mientras la noche se hace interminable...
Sumida en la desesperación,
o agotada en su serenidad,
el viento pelofustán despeina a mi alma,
por eso ven... Ven y contempla la claridad de sus reflejos...
Secuestra a mi alma,
y llévame con ella
Lejos
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