“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

sábado, 3 de octubre de 2009




Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
te reclamo.

Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa

Salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,

llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.

Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la Zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo

(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inamité sonore

las gomas y los sobres
una papelería de juguete
el estuche de lápices
los cuadernos rayados)

Vení, quedate,
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.

Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse

este vaso es difícil,
este fósforo,

y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,

Quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,

Cómo vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día

No puede ser, decís, no puede ser.

Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrucate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party-para vos, la fiesta entera,

Erszebet,
Karen Blixen

ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían

Leonora Carrington, mirala,
Unica Zorm con un murciélago
Clarice Lispector, aguaviva,

burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,
qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison clase de telarañas, de Thelomions,
qué larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
con las intercesoras

animula el tabaco
vagula Amaïs Nim
blandula vodka tónic

No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en una palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados telegramas.

Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles,

y Natalía Ginzburg, que desteje
el ramo de gladiolos que no trajo.

¿Ves, bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café

su culebra cantando
sus terrones un beso
Lés Ferré

No pienses más en las ventanas
el detrás el afuera

Llueve en Rangoom —
Y qué.

Aquí los juegos. El murmullo
(consonantes de pájaro
vocales de heliotropo)

Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera


y

no llueve en Rangoom.

Aquí

los juegos.



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