
Estás en la nebulosa. Te llamo y no me respondés, y en caso de que sí (si lo hacés) es con poca vida, tu expresión es igual siempre, poca vida (nada), ninguna emoción te cambia...
Voy a escribirte una carta, pensé. Pero, me pareció más divertido, escribirte en forma de cuento, de ese tipo de cosas que hacés vos y utilizando palabras extrañas, raras, que no están en mi vocabulario (quizás sí en el tuyo)
Dormís, callás, llorás, soñás, leés, escribís (todo el tiempo). Nada. Ni una chispa de vida.
No sos la misma que conocí, Naty, llena de vida, llendo de un lado para el otro todo el tiempo, haciéndo mil cosas a la vez.
Despertate, nena, quiero verte reír un día entero.
Volvé.
B."
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