Puro flujo de Arte sin recetas...
Cuando la miseria viste tu nombre favorito,
Y los versos se visten de gala,
para asistir al teatro de siempre...
Como Baudelaire, casi siempre maldito...
Te detienes a contemplar el espectáculo del circo.
Y siguen atestadas las calles de incoherencias solemnes,
de vida y de muerte, de recuerdos y casi de gente.
Es casi un cementerio, lleno de evocaciones,
para retratar un instante, plagado de sensaciones,
Agitando y despertando los demonios interiores,
sin revestir con decoro las verdades tras los telones.


Dime lo que sea por lo bajo, no levantes la voz...
Que sea casi un suspiro, un hálito, una exhalación...
Lo que sea en voz baja, y gritará en mis adentros,
como una plegaria estallando en el cielo,
un Cielo sin Dios, un mundo lleno de deseos.
Que se desate la vida, desenredándose, desesperándose... Retorciéndose en el suelo, tocándome...