Un pedazo de invierno
cayéndose de la ventana,
se destiñe en la humedad,
se descompone en la mirada
que de lejos se anticipa
la llegada de la primavera
esa temporada que la irrita,
porque ella no quiere flores
quiere capullos que se abran en sus manos,
¡oh no, no quiero flores perfumadas!
(hojas tontas y pétalos inmundos,
el absurdo acalorado, la vorágine del suburbio,
cubiertos de la miseria del amor de turno.
Aunque había que admitirlo,
lucían bien.)
yo quiero invierno, gris y fresco,
encuadernando los recuerdos,
enmarcando recorridos,
de la mano del olvido.
un pedazo de invierno se guarda mi alma,
y las calles no vuelven a ser lo mismo.
cayéndose de la ventana,
se destiñe en la humedad,
se descompone en la mirada
que de lejos se anticipa
la llegada de la primavera
esa temporada que la irrita,
porque ella no quiere flores
quiere capullos que se abran en sus manos,
¡oh no, no quiero flores perfumadas!
(hojas tontas y pétalos inmundos,
el absurdo acalorado, la vorágine del suburbio,
cubiertos de la miseria del amor de turno.
Aunque había que admitirlo,
lucían bien.)
yo quiero invierno, gris y fresco,
encuadernando los recuerdos,
enmarcando recorridos,
de la mano del olvido.
un pedazo de invierno se guarda mi alma,
y las calles no vuelven a ser lo mismo.
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