
Se resquebrajan las sonrisas, mientras se te escapa la vida, prefieres la mentira porque no te hace llorar... Al menos no por los ojos. Y ocultándote pensás que lo disimulás algo más que ayer... Pero se te quiebran las piernas, nenita, porque ya no podés caminar. Ya no podés ni querés. No sin mirar atrás...
No hay comentarios:
Publicar un comentario