“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

sábado, 29 de agosto de 2009


El silencio, cláusula irrevocable de las noches en vela, revistió los intersticios de mi conciencia que (esta vez) se escapó lejos...
Las ondulaciones, las sinfonías, los relieves, los detrimentos... Qué hermoso vaivén y qué poco el tiempo, qué hermosa la noche y qué corto el crepúsculo...


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