“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

martes, 16 de diciembre de 2008

La Catedral Es Tu Cuerpo

Mi única verdadera adicción, es a tus caricias, es a tu ser entero... Es tu amor como un desenfreno, es la libertad que corrompió el cerrojo de mis anhelos. Simplemente, tú me das vuelo. Solamente a tí te prefiero.
Cada porción de tu existencia me deleita con un suave y placentero desvelo...
Ahúyan en mi espíritu, los deseos de tenerte cuando estás así de lejos...
Se corta mi respiración cuando estás cerca porque, simplemente, me dejas sin aliento.
Esto no es sólo amor, es devoción absoluta y completa, es una entrega de fidelidad y permanencia, unido a éste increíble deseo está el alma de mi cuerpo que sólo a tí pertenece...La felicidad de ser tuya, la felicidad de verte...
Mis plegarias son éstos suspiros que te llaman y esperan porque llegues a ellos. La Catedral es tu cuerpo, y el milagro es este amor. Y la más devota de las amantes soy yo, que sólo a tí amo, que sólo a tí quiero. Que sólo en tí revivo y sólo por tí muero.
Hoy vuelves a mí, y una vez más, me he dormido en tus brazos. Porque es tan hermoso hacerlo. Porque es tan hermoso despertar y encontrarte a mi lado.
Cada amanecer y anochecer, entre cada Sol y Luna, están tus manos. Están ellas en las mías, están unidas a mi forma, están sumergidas en el tacto de este corazón enamorado. Eres tú su marcapasos. No te alejes, porque sino no funciona.
Cada uno de los átomos dispuestos en la química de mi cuerpo me han hecho útil sólo para estar contigo, sólo para que tu me toques.
Esa atracción que sentimos jamás será motivo de reproches. Gracias a ella hermos roto cadenas, somos más libres y más cercanos. Somos más amantes y más profanos. Pero totalmente devotos a nuestro amor. Totalmente fieles al romance que encendamos, unidos siempre, siempre tú y yo. La catedral es tu cuerpo, y yo tu más fiel devota, y yo soy su sacrilegio, soy tu entrega y su oda. La catedral es tu cuerpo, en el que guarnece mi caricia y mi beso, enciérrame entre tus brazos, y devuélveme, oh mi ángel, a tu Cielo.
Rezaremos por lo bajo con un Te Amo y un Siempre te espero,
oraremos encerrados en el bienestar del otro y sin ningún miedo,
Mi único Dios ha sido el amor que siempre he sentido,
Tu único Dios ha sido siempre este anhelo que ya hemos cumplido.
La Catedral es tu cuerpo, que sólo pertenece al mío.

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