“Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación; eso me ha persuadido de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.”

domingo, 15 de febrero de 2009

Ajedrez

Que lindo sería porder huír hacia algún desconocido espacio por un tiempo. Al menos por un tiempo. No importa si corto, sólo pido unos días. Cielos nublados y gente desconocida, eso necesito. Sentir almas circundantes pero ninguna familiar. No tener miedo de herir a nadie ni de tener que escoger las palabras que voy a decir. Estar sola. Alejada. En mi propio mundo.
Sin tener que senirme mal porque a mi alrededor hay gente dolida. Gente que busca su camino. Gente que se siente perdida...
¿por que es que me siento como alejada de ellos? como si no fuera parte de este mundo, como si no encajara, como si tuviera que hacer algo mas... Esa sensacion me acompaño toda mi vida, debe tener una razon de ser. Sicologica. Fantástica. No lo sé.
Es como sentir que todo lo estas viendo a traves de un cristal de una ventana. y a la vez, todo lo vivis con mas fuerza... lo sentis, lo vivis, lo sangras, lo llevas en vos. Esa compleja y cotradictoria ambivalencia hace que mi mente trabaje de forma distinta. No pertenezco aquí, Dios está jugando al ajedrez y yo paresco ser una ficha. No se cual de ellas soy, pero sin duda, hay una jugada interesante interceptando mi camino. Cuando determine qué soy, si un alfil o sólo un peón, sabré cómo moverme...

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